sábado, 11 de junio de 2011

LLAMADOS A SER APÓSTOLES DE LA MISERICORDIA

La vivencia de nuestra fe conlleva mucho más que el cumplimiento de mandamientos y ritos, que
 son parte importante de ésta, todo ello debe ser expresión de una profunda vivencia interior, donde la amistad y la intimidad con Dios nos ayude a vivir entre otras cosas lo señalado por Jesús: “Misericordia quiero y no sacrificios” Mateo 9,13.

Santa María Faustina vivió de manera heroica la Misericordia en su vida, a ella le fueron confiadas nuevas formas de venerar este atributo divino. Una noche, cuando llegó a su habitación vio al Señor Jesús con una túnica blanca, tenía la mano derecha levantada para bendecir y con la izquierda tocaba la túnica sobre el pecho, del que salían dos rayos, uno rojo y otro pálido.  Jesús le dijo: “pinta una imagen según el modelo que ves, y firma: Jesús, en ti confío”.  Con esta imagen Jesús desea recordar al mundo su infinita compasión y misericordia, invitándonos a confiar en Él.

En otra ocasión Jesús le dijo: “Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores. Ese día están abiertas las entrañas de Mi misericordia. Derramo todo un mar de gracias sobre las almas que se acercan al manantial de Mi misericordia. El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas. En ese día están abiertas todas las compuertas divinas a través de las cuales fluyen las gracias. Que ningún alma tema acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como escarlata”. Esta fiesta fue incluida en el calendario católico por el Beato Juan Pablo II.

Otro de los elementos constitutivos de esta devoción es La Coronilla de la Misericordia, la cual le fue también inspirada por el Señor, junto a su deseo de que fuese venerada la hora de su muerte, las tres de la tarde, a la que llamó la Hora de la Misericordia, prometiendo conceder todo lo que le pidamos por estos medios.

Finalmente Jesús le dijo que es necesario que la vivencia de esta devoción nos lleve a practicar la Misericordia activa con el prójimo a través de la oración, la palabra y la acción, pues sin estos frutos la devoción sería infecunda.

Dejémonos transformar por el Amor Misericordioso de Dios, sólo así podremos ser apóstoles de la Misericordia, para que todos conozcan el rostro compasivo y misericordioso de nuestro Dios.

¡Vive Su misericordia, construyamos fraternidad!

1 comentario:

  1. Por su dolorosa pasion, ten misericordia de nosotros y del mundo entero

    ResponderEliminar